Luz de estrellas... un trompo y un yoyo ._.

Tema: Luz de estrellas... un trompo y un yoyo ._. Mar Dic 14, 2010 1:40 am

Una filegra figura se movía con tranquilidad en aquella hermosa noche que adornaba Karakura, momentos antes, su mano se había movido muy lejos de ahí para abrir la garganta que lo había llevado hasta aquel sitio. Los restos de la misma aun podían verse detrás de el, y para aquel que atendiera un poco vería el trasfondo de hueco mundo con su infinito y vasto desierto extendiéndose y que desaparecía conforme aquel portal abierto por el espada se iba cerrando. La mirada de Deragae Mahoney se paseo por el paisaje que brillaba con la luz tanto de las estrellas como la artificial de los postes que se extendían de cuando en cuando para alumbrar la oscura ciudad

Para el portador del número siete entre los espadas el mundo humano representaba un entretenimiento privilegiado y poco frecuente, pues muy a su ver, ser espada era un completo fastidio… siempre atendiendo a las posibles ordenes y misiones que encomendase el regidor de aquel oscuro mundo, conviviendo con los demás espadas que eran por demás muy arrogantes debido a su rango… pero había que mencionarlo también, tenia sus ventajas, el estar en la elite le exentaba de tener que vivir la dura vida fuera de las noches, donde más de uno estaría esperando para matarlo, comerlo o quien sabe que manías tendrían los hollows en aquel basto desierto. Pero lomas importante... podía salir de ahí e ir a karakura con mas frecuencia y despojarse por un momento de aquella penalidades que sufría confinado por su raza y propio poder.

-jeee…. Una noche esplendida – exclamo mirando al cielo y quedándose así durante un par de segundos, bastante tranquilo. La realidad podía ser que era el mas pasivo de los espadas, al menos mientras mantuviera las manos alejadas de su propia zampakuto cosa que ya no le era difícil, prefería pegar la carrera a pelear si era necesario aunque lo llamasen cobarde.

Sus paso lo llevaron a través de las calles de la denominada “ciudad favorita de los shinigamis”, y se entretenía viendo de todo un poco, desde niños volviendo a sus casas, hasta parejas que se rezagaban para quedarse un tiempo juntos. Era tan interesante y diferente que no podía creer que muchos no se parasen a contemplar aquello… pero como, a ellos solo les importaba el poder, destruir y avanzar…. Un suspiro por parte del peli negro demostró que la idea lo agobiaba... mejor no pensar en ello, le daba jaqueca cuando pensaba… Y por un momento pensó… si ocultar su reiatsu seria buena idea… pero no..no estaba haciendo nada malo, incluso un shinigami tendría que darse cuenta de que su paseo no era perjudicial para nadie, bueno excepto tal vez para alguno que otro niño que había sido despojado de un trompo y un yoyo ante la curiosidad del espada y que ahora los llevaba en el bolsillo de sus blancas ropas

Mensajes : 17 Fecha de inscripción : 15/11/2010 Edad : 31

Un tipo con una gabardina negra con la cual ocultaba su rostro se veía sentado en lo más alto de el edificio del instituto de aquella ciudad la cual, según había oído hablar, era la que presenciaba una de las fuerzas espirituales más importantes de todo el Mundo. Aquel ser se encontraba mirando hacia abajo, contemplando la ciudad aunque muchos se preguntarían por qué no la luna ya que resplandecía y era perfecta, no era por esas razones que no la miraba si no porque en Hueco Mundo solo lo que se podía ver al mirar al cielo era la Luna infinita que "iluminaba" el desierto. Su rostro inexpresivo, su mirada que contemplaba la nada seguían en picada, observando a las pocas personas que se encontraban aquella noche en Karakura.

Sintió una presencia fuerte cerca de donde se encontraba, intentaba detectarla usando la técnica que todo arrancar posee... la Pesquisa. Su fuerza espiritual era grande, poderosa y abrumadora, pensó que podía ser un Shinigami ya que los Hollows que venían a estos lugares a alimentarse no le llegaban ni a los talones a la presencia que sentía. Levantó un poco la mirada y segundos después levantó su cuerpo completamente parándose mostrando su figura, era un hombre de contextura promedio, una tez blanca y casi pálida y sus ojos eran de color gris. El joven volvió a cerrar sus ojos intentando concentrarse y localizar la posición exacta de aquel ser. Segundos después los abrió lentamente y giró un poco su cabeza hacia su izquierda y de un soplo desapareció de aquella torre.

Al llegar al lugar divisó a un hombre de cabellos cortos y negros vistiendo los ropajes característicos de una Espada, aquellos guerreros élites de Hueco Mundo. Jin desde un posición alejada y un poco hacia arriba con sus manos en los bolsillos lo miró y luego dijo.

-Deberías apagar tu presencia espiritual. No querrás atraer gente inesperada...-

Susurró el hombre mientras lo miraba y esperaba una respuesta por parte de aquel ser. El rostro de aquel hombre no parecía influir miedo o terror parecía una persona calma y tranquila, aunque a veces, las apariencias engañan.

Tema: Re: Luz de estrellas... un trompo y un yoyo ._. Jue Dic 16, 2010 2:32 am

La noche se mostraba salpicada de estrellas, pero aquellas hermosas fluorescencias no eran del interés del espada que por Karakura se movía. Su atención se centraba únicamente en aquellos dos objetos que había hurtado, aunque realmente no le preocupaba en lo más mínimo es de hecho, después de todo, aquel niño podría comprarse otro cuando él quisiera, mientras que el peli negro espada no podía salir siempre de hueco mundo. El instituto de Karakura se alzaba frente a el, tapando parcialmente su visión del cielo, pero los orbes de Mahoney solo estaba fijos en el yoyo que acababa de extraer de uno de sus bolsillos. Y que lo hacía girar entre sus mano tratando de desvelar de que manera podía usarlo o como es que le niño lo hacía transitar de arriba abajo.

En sus cavilaciones se encontraba ensimismado, tanto que tal vez el ansia y su propio despiste le hiciera elevar su riatsu como muestra del ánimo de tener aquel infantil objeto en su poder. Y por tanto ya no era difícil hacerse notar aun en aquella ciudad famosa pro la carga espiritual que poseía. Su semblante se levanto cuando una voz llego desde un punto cercano, aunque aparentemente venia por encima del. Al mirar a aquel que dirigiera sus vocablos hacia el pudo notar que no era más que el mismísimo primer espada, aparentemente los espadas estaban de vacaciones y quitándose lo extaciante de Hueco mundo.

-!Jin-sempai! - dijo sonriendo, demostrando nuevamente los dotes de informalidad que en el predominaban y su tendencia a tratar todos por igual sin importar si eran shinigamis o arrancar, y mucho menos le importaban los rangos. Para el el numero sobre el solo le marcaba las responsabilidades a cumplir en las noches. Parpadeo un par de veces ante los comentario hechos por el oji gris, la forma que tenía el espada de tez pálida para expresarse lo adormilaba, los tonos tranquilos lograban eso hacia el, pero se sentía muy animado como para dormir en esos momentos. – ma… – soltó cortante, indicando que no se preocupara y que no era un asunto que le alarmara en lo personal – no es como si todos tuvieran la pesquisa que tienes sempai – dijo sin dejar de sonreír y prácticamente desapareciendo su reiatsu al instante, después de todo, entre los espadas, su propia pesquisa era la más desarrollada, eso claro, cuando no liberaba su zampakuto, en esos casos, tenia suerte si acaso lograba sentir el reiatsu de un shinigami con rango inferior a teniente.

Con gesto infantil rodo el yoyo entre sus manos descubriendo la cuerda en el centro del mismo y enrollándosela en su propio dedo, para comenzar a hacerlo descender y volverlo a subir con soltura. Aquello marco un ánimo infantil en Mahoney, pero parecía estar pasándosela en grande viendo como lograba jugar correctamente con el yoyo.

-¡Mire Sempai! – soltó casi gritando dirigiéndose al mas fuerte de los guerreros de elite en Hueco mundo – debería intentarlo… es de lo más divertido – dijo mirando el yoyo como si no hubiera nada mas entretenido e interesante que aquel juguete

Mensajes : 17 Fecha de inscripción : 15/11/2010 Edad : 31

El joven que se encontraba allí vio a Jin a lo cual de un grito lo saludó. La 1ra Espada solo lo miró unos segundos sin hacer nada mientras poco a poco descendía con lentitud y gracia de los aires para llegar a tocar suelo firme, primero con su pie izquierdo y luego con su pie derecho, hasta acercarse a Mahoney. Lo conocía pero muy poco solo lo había visto en aquellas reuniones de Las Noches pero no había cruzado palabras importantes con aquel sujeto. Aquel sujeto era la séptima Espada de Hueco Mundo, a pesar de su rango se podía denotar en él una gran astucia y firmeza a la hora de pelear pero no lo sabía con exactitud y tampoco había venido a comprobarlo.

Jin vio como el hombre sostenía algo en su mano, era un pequeño artefacto circular con una piola en el centro de el mismo. Al hacer un movimiento con su mano el Espada hacia descender y luego ascender el objeto que se deslizaba por la cuerda con un solo movimiento de la muñeca del chico. El oji gris se quitó la parte de arriba de su gabardina dejando caer sus cabellos revoltosos hacia atrás de su cabeza mientras seguía observando a aquel sujeto que al parecer se divertía con ese artefacto y luego lo invitaba a probarlo.

-No gracias.- Decía seco el Arrancar mientras lo seguía mirando. Unos segundos después retomó. -No creo que hayas venido hasta aquí solo para jugar con eso, o sí?.-

Murmuró el Espada mientras seguía observándolo. Al parecer aquella gabardina le molestaba un poco ya que a cada segundo la corría un poco de su cuerpo, aunque lo mejor de aquello era que era más refrescante que el traje de los demás Espada tal vez por eso era que lo usaba aunque no se podría saber con exactitud. Solo se quedó allí sin hacer ni decir nada esperando la respuesta del joven mientras veía su rostro alegre, algo raro en un Espada.

Tema: Re: Luz de estrellas... un trompo y un yoyo ._. Vie Dic 17, 2010 12:55 am

Aquel pelinegro arrancar que portase el séptimo rango entre los espada, y que por mucho, se autoproclamaba el mas simpático de ellos, yacía en la afamada ciudad de Karakura, los orbes del mismo no se habían despegado de aquel infantil artefacto que aparentemente le estaba proporcionando un mundo de diversión, por el simple hecho de ir de arriba abajo. Poco a poco parecía ir pillando el truco tras el cual funcionaba aquel juguete, pues pronto había comenzado a hace un par de sencillos trucos, que, pensaba el requerirían mucha habilidad para ser logrados, aunque lo cierto era que no eran la gran cosa. Parpadeo un par de veces cuando tras su suave descenso hasta donde el se encontraba, el portador del rango de primer espada diera aquella declaración tan seca.

Cuanta seriedad, aun no alcanzaba a comprender porque aquella seriedad y sequedad en la mayoría de los espadas, no, corrigiéndose, se diría que en la mayoría de todos los habitantes de Hueco mundo. El reírse parecía ser algo muy escasos en aquella parte, y las risas que eran mas frecuentes se proveían de algo que no era precisamente divertido o causa de gozo. Aparentemente Jin no era la excepción, ni mas que decir, dependía de el, ser el centro de carisma de la elite de las noches, sería difícil con tanto ser serio alrededor suyo, por no decir que estaban arriba e el, pues aun siendo un espada, estaba en los últimos escalafones de los mismos. La pregunta de Jin hizo que el yoyo dejase de subir y descender.

-Claro que no… también tengo esto – dijo divertido extrayendo una pequeña pirinola de su bolsillo y dándole tracción con los dedos, pulgar y anular para hacerla girar, lo que causo que cayera al suelo y rotara durante unos segundos antes de detenerse. Sin embargo, aquella simplicidad pareció divertir nuevamente a Mahoney, pues una queda risa salió del mismo – ma... la verdad es que solo me apetecía salir de las noches... generalmente es muy lúgubre ahí – declaro con sinceridad hacia su superior.

Soltó un amplio bostezo, quizá hasta llegar a ser descarado considerando que tenia a una persona delante de el, pero a el peli negro no le preocupaba en lo mas mínimo ni las formas, modales o si el que lo acompañaba tenía un rango superior al suyo, mientras estuviera cómodo estaba bien, si había problemas siempre se le daba bien el poner pies en pólvora para desaparecer de la escena conflictiva. Coloco sus manos detrás de su cabeza para estar mas cómodo, no sin antes guardar el yoyo a buen recaudo en uno de sus bolsillos, asegurándose de que estaría ahí cuando este retornase a hueco mundo.

-Por cierto… no parece ser la persona que se aburra en las noches… ¿Por qué esta en karakura sempai? – pregunto, pensando que una persona como Jin, encajaba perfecta en la monotonía y ambiente placido y totalmente aburrido de las noches, así que o bien el primer espada tenía un lado divertido que no mostraba, lo cual aprecia poco probable, o bien había algún asunto de mas envergadura que el simple hecho de supervisar a alguien de menor rango quien se estaba dedicando a jugar con tan infantiles artefacto.

Mensajes : 17 Fecha de inscripción : 15/11/2010 Edad : 31

Spoiler:

El Espada de vestidura negra observaba como su "compañero" sacaba otro objeto, éste era pequeño, de una forma algo extraña y algo deforme y al igual que el otro artefacto que poseía tenía una cuerda con la cual, luego de enrollar la cuerda en aquel segundo artefacto, lo lanzó contra el suelo haciendo que éste girara mientras se desenrollaba de la cuerda. Cayó al suelo y empezó a girar mientras se movía como trazando un camino por el suelo. Los artefactos del mundo humano eran extraños pero al parecer a aquel Espada le causaban gracia y diversión algo que no compartía la primer Espada.

Se notaba la expresión de desinterés en aquellos objetos por parte de la primer cabeza del Ejército Arrancar, pero el motivo por el cual se encontraba en el Mundo Humano, más específicamente en la ciudad de Karakura, era porque las Noches no había nada lo cual fuera motivo de quedarse. No era aburrimiento, no era diversión lo que buscaba si no encontrar a alguien que pudiera "enseñarle" a pelear.

-Busco a aquellos seres llamados Shinigamis...- Susurró Jin serio mientras volvía la mirada al cielo y segundos después al joven Espada. -A pesar de que dices que mis pesquisa es buena, creo que si tu te concentras la tuya es superior... ¿No has sentido alguna presencia por aquí?.- Preguntó el pelinegro mientras lo observaba unos momentos.

Jin esperaba que Mahoney pudiera encontrar a algunos Shinigamis por ésta ciudad, ya que seguramente alguien debería ser enviado, se podía sentir la presencia de varios seres de Hueco Mundo en la ciudad aunque ninguno de ellos estuviera haciendo estragos los de la Sociedad de Almas debían precaverse... o por lo menos eso era lo que pensaba él.

Los shinigamis eran aquellos que cuidaban al Mundo, según ellos, de los que habitaban el Hueco Mundo. Siempre eran los Hollows de niveles inferiores quienes venían a estos lugares a alimentarse mientras que la Sociedad de Almas practicaba con ellos, entrenando o haciendo misiones mientras muchos cientos de Hollows eran asesinados. Los Shinigamis eran muy parecidos a ellos, los Hollows mataban a las personas mientras que los Shinigamis los mataban a ellos, entonces... por qué se quejan de sus actos?, es lo que se preguntaba todos los días Jin.

Se quedó esperando una respuesta positiva por parte del Espada que se encontraba enfrente de él divirtiéndose con aquel pequeño objeto el cual parecía alegrarlo o algo por el estilo.

Mensajes : 6 Fecha de inscripción : 21/12/2010

El silencio y tranquilidad de la noche en pena de aquel mundo humano fue perturbado por una gran onda de reiatsu que salía de un punto ciego en la nocturnidad, aquella presión espiritual realmente enorme estaba siendo expelida por una garganta a medio abrir detrás los arrancares, de la cual, dos manos salieron y terminaron de abrir violentamente la ya mencionada garganta, medio de transporte para la mayoría de los arrancars, se divisó en el interior de la misma un fondo negro azabache opacado por un sujeto de ropas blancas, bastante alto y contextura musculosa, presentando un hakama blanco, una faja sash y calzado de color negro. Sin embargo, en lugar de una larga chaqueta blanca, vestía una especie de chaleco que luce arremangado hasta los codos, dejando su pecho al descubierto, dando a ver su agujero hollow en el lugar donde debería estar el ombligo, pelo azulado peinado hacia atrás y hacia arriba, dejando solo dos mechones de cabello que caían en su frente.

Con un paso en seco, con el cual salio de la garganta, que hizo eco sobre el cielo de aquella ciudad, específicamente sobre un instituto escolar, el sujeto dio aquella presentación informal, exhibiendo aquel enorme reiatsu, como un animal salvaje demostrando de lo que estaba hecho, el sujeto posesionó su mano derecha en el mango de su Zampakutou que se encontraba en el mismo lado del cuerpo, mientras movía su cabeza de lado a lado intentando divisar algún método de distracción, aquellos ojos de rasgos felinos, los cuales eran de un color gris azulado, que poseían alrededor de los mismos unas líneas de color azul verdoso que los acentuaban, se paralizaron al ver dos sujetos de gran contextura, que a simple vista para el Arrancar eran presas fáciles descuidadas para un ataque, una gran sonrisa salio de aquellos labios, mostrando dientes grandes y desarrollados, como los de un carnívoro, sonrisa que fue tapada a medias por el trozo de mascara hollow que tenia el sujeto al lado derecho del rostro, que combinado con aquella vista asesina, intimidarían a cualquier ente espiritual basto de entrenamiento, un sonido hueco sonó de repente, al mismo tiempo que aquel Arrancar desaparecía de aquel lugar con un veloz movimiento denominado “Sonido”, habilidad equivalente al Shunpo de los shinigamis, al acercarse lo suficiente y percatarse de que ambos sujetos pertenecían a su mismo lado, se detuvo con violencia a pocos metros de ambos, abriendo los ojos con sorpresa, soltando rápidamente el mango de su katana, la cual estaba a medias de desenvainar.

-¡¿Que coño hacen parados ahí?! – Gritó el espada mientras levantaba ambas manos a la altura de sus hombros con una abertura que abarcaba todo su pecho, la interrogante fue expuesta de manera bastante informal, cosa que definía al Arrancar, siendo totalmente irrespetuoso, aunque estuviese dirigiéndose a una persona de alto rango, su tono de voz era juvenil y un poco ronco, con rasgos de superioridad que se denotaban al hablar.

El sujeto respiro con fuerza bajando su mirada, imitando a un suspiro pero mucho más vulgar, entretanto dejaba caer ambos brazos a la altura de sus muslos y tronaba varias veces los huesos mal puestos en su cuello, levantó la mirada con furia, viendo a ambos Arrancars ya enterados de su presencia en el mundo de la “comida rápida” denominado así mismo por el Espada numero 8.

-¿Por qué no están comiendo o divirtiéndose un poco con los shinimierdas? – Moduló en forma de pregunta el arrancar librado de respeto, mientras observaba a ambos arrancares de forma confusa y respirando de manera agitada, al parecer, buscaba un poco de diversión.

Tema: Re: Luz de estrellas... un trompo y un yoyo ._. Miér Dic 22, 2010 1:08 am

Definitivamente el yoyo era todo un arte, así se empezaba a figurar en la mente del portador del número siete entre los espadas, pues ya comenzaba a crear pequeños trucos con el, como el llamado “perrito” u otros igual de sencillos, mientras que con aquella perinola tendría que concentrarse más tarde para descubrir que secretos ocultaba. El viento soplaba, quedamente en ocasiones, tan solo para arreciar en otras tantas, las cuales le venían un poco inconvenientes pues desviaban el yoyo y su diversión, pero se limitaba a reír un poco para volver a enrollar la cuerda y seguir con el juego. Era lamentable que el resto de los espadas no aprendieran a divertirse, o al menos de forma más simple, pues en el palacio de las noches la palabra diversión, normalmente iba ligada al hecho de hacer estallar algo de forma abrumadora, en el caso de Mahoney no era muy gratificante aquello.

El semblante e Jin era bastante frio, claramente no era de su interés aquellos dos infantiles artefactos que el séptimo le mostraba, lastima, otro más para el montón de amargados. Sin embargo lo que este le dijo le causo una pequeña sonrisa, pues tenía razón, si así lo quería, su pesquisa iba con creces, más allá que la de cualquier otro espada, mas sin embargo le resultaba molesto estar sintiendo presencias distantes a cada momento y era por ello que no se fijaba en ello y la mantenía inactiva, de alguna manera.

-Ma… Jin-sempai.. sabes que si lo hago me da jaqueca… no se me da bien ponerme a pensar – declaro, pese a que el intelecto del peli negro era bastante elevado, usarlo le representaba una molestia y a veces ligeros casos de migraña que prefería evitar en todo caso – pero si me lo pregunta… hay una o dos…. Y ahí viene alguien y se presenta con goja gorda – soltó aquello ultimo ante el hecho de que apenas había empezado a usar su sensible pesquisa y ya había un inmenso reiatsu expandiéndose, y lamentablemente sabía muy bien de quien se trataba. – tres… dos… uno – conto con lentitud y gesto diferente.

Soltó un suspiro, mientras con cara de resignación escuchaba aquella estruendosa voz que llevaba altaneros vocablos hasta los dos espada, el peli azul no era el más sociable de los espadas pero al menos podía ser el más entusiasta, no así el más educado, pues las preguntas claramente hacían ver que consideraba irritante que no estuvieran creando algo de caos en la ciudad de Karakura.

-Yoy, Grimjow-san – declaro Mahoney sin menguar su buen humor, quizá viniera solo de paso, no tenia porque molestarse, el que le preocupaba era Jin, conociéndolo, el portador del número ocho bien podría irse despidiendo de su cabeza… o tal vez podría ganarse un buen sopapo, pero aquello no le incumbía a el séptimo. - ¿shinigamis?, ¿Por qué iría tras ellos cuando tengo esto? – pregunto como si fuera lo más lógico del mundo, mientras hacía bajar y subir el yoyo una y otra vez como si fuera un argumento que no se pudiese discutir de ninguna forma – además… Grimjow-san… alguien tan débil como tú no debería fastidiar a los shinigami.. .podrías salir herido – dijo en broma, pues generalmente ni le importaba el rango ni si era más fuerte que los demás, sin embargo, podía haber metido la pata, pues el orgulloso peli azul podía tomarse muy apecho esas palabras y pese a que su zampakuto descansaba a su lado izquierdo no tenía ni la más remota intención de usarla aquella noche donde se había hecho de tan curiosos tesoros.

Mensajes : 17 Fecha de inscripción : 15/11/2010 Edad : 31

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Mensajes : 6 Fecha de inscripción : 21/12/2010

El espada numero 8 un estaba parado en el aire, debido a un perfecto control sobre las partículas espirituales que giraban y revoloteaban en su planta de los pies, el viento movió levemente su cabello mientras el Arrancar de aptitud salvaje esperaba una respuesta por parte de sus compañeros, allí cuando escucho el saludo por parte de la séptima espada, al parecer la misma sabia que este había llegado hace rato, era de saber que Mahoney poseía una pesquisa casi inigualable, cosa que le parecía inútil a Grimmjow, ya que no servia de mucho en una batalla, se sorprendió al ver como este prefería un simple artilugio humano al de estar divirtiéndose con cualquier Shinigami, bufó con fuerza, entretanto el séptimo aseguraba que un Shinigami podría herir fácilmente a Grimmjow, ya que este era “Muy débil”, palabras que ofendieron al predador de pelo azul, ya que este mismo era totalmente insuperable y omnipotente a los ojos del mundo, su fuerza era incomparable, el creaba su “ley”. El octavo espada desenvaino su katana con una rapidez sorprendente, tomándola con la mano derecha, creando un fugaz sonido metálico mientras caminaba lentamente hacia el muchacho insolente.

-¡Mira quien habla!... –Musitó con fuerza mientras señalaba a Mahoney con la punta de su zampakutou, tomándola con tranquilidad y sonriendo de manera psicópata, como la mayoría del tiempo… - Probablemente el único espada que aun después de muerto es virgen… - Se burló de la inocencia del joven mientras dejaba caer de nuevo su katana, su extracción por parte de su amo fue solo de manera amenazadora, Grimmjow era un contrincante que prefería las batallas a igual, y la mayoría de veces con gente superior o que demostrara poseer fuerza brutal, no dudaba de la fuerza de Mahoney, pero nunca se le pasaría por la mente matar a un niño que ni siquiera toma su zampakutou para defenderse.

El espada no dejo de mostrar sus colmillos hasta el momento que giro su cuello a ver al primer espada, Grimmjow no sentía miedo de absolutamente nada, pero aquel rostro librado de algún sentimiento le daba una sensación de desgaste, como si quisiera ir a su habitación en las dependencias y acostarse a dormir… Se acerco al espada numero 1 que había ignorado completamente su entrada, y paso su mano libre por alrededor de su rostro varias veces, como un paramédico tratando de ver si una persona esta conciente, el peli azul retrocedió con expresión de asco mientras aun seguía siendo ignorado por el primer espada, cosa que no le importaba en lo absoluto, todo el mundo sabia que Jin poseía aquella personalidad macabra silenciosa, volviéndolo un gran asesino.

-¿De verdad no están haciendo un coño aquí?, ¡Vamos anímense!... – Musitó mientras de nuevo levantaba ambas manos caídas con fuerza, gesto que les indicaba movimiento a ambos espadas inertes, con la única diferencia que ahora su zampakutou se levanto con el movimiento, el espada aprovecho esto para rascarse la cabeza con la parte de la hoja sin filo de su katana, aun observando con gesto de desagrado a ambos sujetos.

La mayoría de los espadas eran extraños a los ojos de Grimmjow, el cual nunca había envidiado nada en el mundo, ya que a sus ojos, tiene todo lo que desearía, hasta que conoció a Mahoney, siendo el primer ente espiritual que había sido envidiado por el espada salvaje, deseando la tranquilidad con la que actuaba su compañero, ya que eran personalidades completamente diferentes, haciendo de Grimmjow una persona que reacciona violentamente a la presión y no duda en asesinar en momentos críticos, actuando por sus instintos e impulsos, Mahoney poseía un control casi infalible sobre aquellas fallas del espada.

Tema: Re: Luz de estrellas... un trompo y un yoyo ._. Vie Dic 24, 2010 1:39 am

Menuda forma había tomad la inocente salida del séptimo espada, había abierto una garganta en las noches cn el fin de alejarse de todo aquel entorno y poder disfrutar de “los sencillos placeres de la vida humana”, y aparentemente no se escapaba de ello ni por suerte, pues justamente se había topado con los dos espadas que tal vez tuvieran las actitudes mas opuestas a la suya. El primero un total personaje frívolo, carente de expresiones y que al pelinegro le podía poner los pelos de punta, seguramente era tan raro, que quizá tuviera el poder de estornudar con los ojos abiertos, y en cuanto al corresponsal del numero ocho entre lso espadas, el mas asertivo y agresivo de todos, seguramente gritándole a un panque podría volverlo de chocolate aun cuando este fuea de vainilla. Sin embargo Mahoney no tenia problemas en tratar con ellos… o al menos lo intentaban.

Ante el comentario que había hecho sobre la aparente debilidad del peli azul, el mismo había vociferado, no muy raro en el, pero el caso es que lo alarmante era que había desenvainado su zampakuto en señal de amenaza y muestra de su poca paciencia y se había acercado con la punta en dirección a su rango contiguo entre lso espada en señal amenazante. Realmente era imposible bromear con alguien poseedor de total temperamento. Pese a que no le temía, podía decirse que Mahoney prefería evitar cualquier pelea, después de todo, en su estado actual quizá no le ganaría a Grimjow, en si, no le interesaba saberlo, el peli azul podía ser más fuerte que él y eso no cambiaria mucho su forma de ver el mundo… al menos así lo creía. Al verlo caminar haci el con la katana desenvainada alzo las manos como si se rindiera.

-Hi…hi.. gomen – se disculpo con una cara que más bien daba a entender que aquel gesto no era una disculpa muy intencionada sino mas bien para zafarse de la peliaguda situación que había provocado con aquellas palabras. Tal parecía que tenía un talento innato para exasperar al portador del octavo numero, pues enengumeraba su humor momento a momento. En cuanto este grito para “animar”, a sus interlocutores, fue interrumpido, o más bien se oyó de manera tan fuerte que se tendría que interrumpir… un sonoro ronquido por parte de Mahoneyt. Si los orbes de sus interlocutores se posaban en el, verían al espada completamente dormido, aun con las manos en alto, dando ligeros ronquidos de cuando en cuando, y con una burbuja que crecía y se encogía frente a su nariz al compas de su pausada y tranquila respiración... nuevamente la narcolepsia de Deragae Mahoney, lo ponía en una situación un poco difícil

Mensajes : 6 Fecha de inscripción : 21/12/2010

Los ojos del predador rápidamente se desviaron hacia el horizonte mirando el cielo nocturno el cual se veía iluminado por un resplandor naranja, rapidamente el sujeto cerró ambos ojos con fuerza, ignorando con irá el hecho de que el espada juvenil se había quedado dormido, tal vez por alguna enfermedad. Mostró los colmillos como un animal salvaje entretanto guardaba su katana en su saya, nuevamente para un reposo de la misma ya que ninguna forma de vida amenazaba su existencia, luego de esa acción el espada sacudio suavemente sus manos para levántar un poco el polvo que tenía el mango de su katana, había quedado en su diestra.

La mañana se había levantado en karakura, ya que no había nada interesante que hacer el espada cruzó los brazos, abriendo los ojos mientras desaparecía en el interior de una garganta.