Arduo Entrenamiento

Mensajes : 6 Fecha de inscripción : 08/12/2010

Como era costumbre todas las mañanas, el 3er al mando del onceavo escuadrón, al mando del Taicho llamado Kenpachi Zaraki, se dirigía hacia el dojo de entrenamiento que tenían instalado en su escuadrón, siempre entusiasta, esforzándose al máximo para poder mostrar que es digno de estar en el famoso 11° Escuadrón, jamas se retractaría de la promesa hecha antes por el hacia si mismo "Pelear y morir bajo las ordenes de su capitán" de aquello se trataba esa promesa aunque mas bien era mas un deseo que tenia Ikkaku. Quien ya se encontraba en el dojo de su escuadrón, empezando con su pequeño entrenamiento, unos estiramientos para empezar, primeramente estirando su brazo hacia el lado contrario del mismo, repetiendo lo mismo con el otro brazo, parado en el centro del dojo, derecho sin perder la posición que tenia, luego después de un poco tiempo de ejercicios de estiramientos comienzo a dar veloces golpes y patadas hacia el aire.

Debo esforzarme mas, o es acaso que no soy merecedor de pertenecer al onceavo escuadrón

Se decía asi mismo mientras continuaba dando los golpes y patadas, de una forma muy seria pero a la vez un poco animada, dando a entender que no fallara, y no podía fallar a su propia promesa, sabia que estaba destinado a morir en un combate luchando, ese era su deseo y lo quería cumplir al estar a ordenes de su Taicho Zaraki. Pasado un tiempo continuaba sin descansar un solo segundo, unas pocas gotas de sudor se podían notar en su rostro, mientras continuaba con su entrenamiento, pero después de dar por un gran tiempo puras patadas y golpes hacia el aire, se detuvo de hacer dicha acción pero no para descansar y dar por acabado su pequeño calentamiento, se tiro velozmente al suelo para empezar a dar unas veloces lagartijas, y mientras subía al realizarlas este aplaudía para luego poner de nuevo las manos en su lugar para continuar con las lagartijas, repitiendo de nuevo aquel proceso, mientras las realizabas. Este calentamiento como lo llamaba Ikkaku, solo era un pequeña preparación para el combate que quería tener contra el Taicho del Treceavo escuadrón, Ichimaru Gin, que previamente le había mandado un mensaje para que accediera a luchar con el, aun sin tener alguna respuesta esperando que este aceptara.

Luego de varias series de repeticiones, y sin un pequeño descanso, empezó hacer lagartijas, pero eran diferentes, ahora las realizaba con una sola mano, y con gran facilidad, dando a mostrar su gran capacidad física, haciendo que en su rostro solo por el pequeño esfuerzo, porque claramente siempre al realizar ejercicio, provoca que el cuerpo produzca sudor, cayendo gotas de sudor al suelo. luego de nuevo de varias repeticiones, de lagartijas, continuo con su entrenamiento con unas sentadillas y para finalizar con unas abdominales, dando por terminado su entrenamiento, para proseguir a esperar al Capitán del treceavo escuadrón, para dar comienzo a su combate de entrenamiento si así se podría llamar, pues Ikkaku tomaba todos las luchas por igual, jamas se dejara perder, aunque no tuviera ninguna clase de posibilidad, de ganarlo pero eso no significaría que perdería, pues las probabilidades en un combate no tienen validez, todo puede suceder en uno de ellos, hasta del hecho mas mínimo hasta el mas importante de todos.

Se arrimo a un rincón, sentándose en dicho rincón, con las piernas cruzadas, con su zampakutoh sobre las mismas, descansando un poco para el combate, intentando ver el nivel de los capitanes de diferentes divisiones, pues solo conoce el nivel de combate de su capitán, creyendo que el era el mas fuerte, con diversas experiencias pasadas, hasta mas bien aseguraba que Zaraki Kenpachi, su capital era el mas fuerte de todo, y sabia que no podría equivocarse, estaba totalmente convencido de eso y por tal motivo jamas, como miembro del onceavo escuadron, respetando sus instintos de combate y su espíritu de lucha, se retractaría a un combate y mucho menos se dejaba vencer sin haberlo intentando previamente, esa era la forma de ser del 3er al mando del 11° Escuadrón Ikkaku Madarame.

Espero que vengas Ichimaru Gin, no puedo esperar mas para luchar...

Fue las palabras que menciono el shinigami, mientras solo se quedo ahí en la misma posición a esperar la llegada del capitán, esperando un buen combate, pero claramente sabia que no seria tan emocionante como el primero que tuvo con su capitán, aquel que tuvo antes de convertirse en shinigami, recordándolo como si fuera apenas ayer, un recuerdo que jamas desaparecería de su mente.

Mensajes : 6 Fecha de inscripción : 08/12/2010

Ikkaku se quedo completa mente dormido en la misma posicion, al parecer el capitán había rechazado la propuesta planteada por el 3er al mando de la undécima division, era muy posible que hubiera menospreciado el potencial que podría ofrecer Ikkaku, pero que se le podía hacer, era muy obvio que un capitán pensara que apenas alguien con el rango del 3er al mando pudiera ofrecer un reto mayor. Por el momento Madarame dormía en el rincón del dojo, muy profundamente, después de haber esperando un tiempo considerable, despertando unos momentos mas tarde, dándose cuenta de lo que había hecho, y poniéndose un poco furioso consigo mismo sin saber si el capitán lo había rechazado o simplemente cuando había llegado el mismo, Ikkaku estaba dormido, algo muy frustrante, para el shinigami, quien inmediatamente se levanto tomando su zampakutoh, la cual se encontraba en su vaina, pero esta no se encontraba atada alguna parte del uniforme del mismo, colocándosela cuando se levanto atrás de su cabeza, recargando los brazos en ella para sentirse un poco mas relajado, mientras que propuso a salir el escuadrón.

Que frustrante...

Fue lo que dijo el miembro de la undécima division mientras salia de su escuadrón. Una vez encontrándose en las calles del Seireitei este se propuso a buscar algo interesante, aun con todas las ganas que tenia por librar un combate, y aun con aquella duda que tenia, sin saber lo que había pasado, solo continuo caminando, pero fue cuando de pronto el shinigami empezó a sentir un reiatsu, el cual se encontraba a las afueras del Seireitei, una sonrisa se mostro el rostro del shinigami el cual con un veloz shunpo, aun teniendo aquella zampakutoh atrás de su cabeza, desapareció de la zona, dirigiéndose a donde se encontraba aquella presión espiritual.

Un teniente no, tiene el reiatsu de un capitán, esto sera interesante....

Las palabras que decía con gran emoción mientras se movía velozmente por todo el Seireitei rumbo a aquel lugar, esperando poder librar un combate con quien emetia aquel reiatsu, no importaría quien fuera solo quería pelear, esperando de que esta vez si aceptaran su propuesta, solo una sonrisa de exitacion se mostraba en su rostro mientras seguía moviendose a aquella gran velocidad.