Pasando el momento

Mensajes : 15 Fecha de inscripción : 11/11/2010

Al poco tiempo de haber salido de mi area de descanso, comenze a caminar por los pasillos de las noches, si un rumbo fijo, comenzaba a cuestionarme muchas cosas y el por que hasta este momento nuestro lider no nos habia asignado ninguna mision o mandato, al parecer todo comenzaba a tornarse aburrido, mientras caminaba por los pasillos, decidi ir hacia el domo central ara contemplar un poco lo mas cercano a una luz solar que se podia sentir en el vasto lugar de hueco mundo, tras unos minutos de largo camino por fin llegue hacia donde queria, la resolana me hiso cerrar un poco los ojos al principio, pero en cuestion de poco segundo logre abrirlos de nuevo para poder ver la soledad que aparentaba tener este lugar, como el resto de la instalacion gobernada por un ex-shinigami, puse mis manos en los bolsillos como acostumbraba hacerlo mientras, miraba fijamente un punto en todo lo que parecia ser un desierto hasta donde se podia apreciar
...

Invitado

Aburrida de permanecer dentro de aquel recinto de descanso para los espadas y cuestionando el porque la de movimiento en aquel lugar que por momentos lucia lúgubre como si nadie lo habitase. Mis pasos me guiaron hasta las puertas de aquel domo, entrando en aquel lugar la luz y el calor de aquel sol artificial. Me detuve en la entrada de aquel domo, al parecer no era la única que había acudido a aquel lugar, un arrancar se encontraba en aquel sitio. Ya le había visto con anterioridad. La arrancar comenzó a caminar hasta aquel espada, tenia una sonrisa en los labios, y llevaba sus manos detrás de su espalda, esperaba no interrumpir los pensamientos del hombre frente a ella.

-Konnichi wa! Ulquiorra san… Espero no molestarle…-

Expreso aquel saludo con alegría entrecerrando sus iris, acostumbrándose a la luz que desprendía el lugar.

Mensajes : 15 Fecha de inscripción : 11/11/2010

Al poco tiempo de permanecer inmovil en el mismo lugar, mi cuerpo no parecia cansarse de mantener la misma posee y mi concentracion en pensar que es lo que nos depararia el futuro no se inmutaba, de pronto se sintio una presencia aparte de la mia, algo se acercaba poco a poco hacia donde me encontraba, entre mas se acercaba mas seguro estaba de quien era, la habia visto un par de veces pero solo la conocia de vista, al parecer eso camibiaria en ese momento, de pronto atraveso la puerta, sin duda era ella, la que obstentaba el puesto de segunda espada, unas palabras salieron de sus labios los cuales hicieron que mis ojos se apartaran de aquel punto fijo que miraba, para que se postraran hacia ella, ayudando a mis ojos a enfocarla moviendo un poco mi cabeza de lado hacia donde se encontraba ella
Konichiwa Mia-san
Despues de decir eso la observe rapidamente notando que al igual que cuando yo acababa de llegar al lugar tampoco se habia acostumbrado a la luz de este lugar, eso queria decir que tambien venia de un lugar oscuro, volviendo mi mirada hacia un punto en el desierto pregunte a la segunda espada
¿Viene a informarme sobre algun pedido? o ¿tambien trata de mantenerse ocupada en algo como yo?

Invitado

La presencia de aquella mujer no había pasado desapercibida para el espada frente a ella, puesto que se gira su rostro y le observa, llevo una de su mano derecha a su rostro, mas específicamente hacia su frente tapando un poco aquella luz y observando las facciones de aquel chico. Con un saludo le recibió, no esperaba menos de a quien a quien solo había cruzado un par de miradas en las reuniones que se realizaban. Frunció un poco el seño, recordando el porque estaba allí.

-Lamentablemente no hay nada que hacer, aun no hay órdenes por parte del Amo para ponernos en movimiento…- Expreso como si verdaderamente mostrase desilusión ante lo dicho, y soltando un suspiro continúo su hablar. –Al igual que usted Ulquiorra san, trato de mantenerme ocupada en algo… “De verdad hay algo en lo que se pueda ocupar en este lugar…”- Mentó para si misma.

La expresión del espada era serena y tranquila, en comparación con las acciones de la chica la cual se mostraba como si fuese una humana. Continúo caminando hasta colocarse del lado derecho del espada.

-¿Le agrada este lugar?...- Pregunto refiriéndose a la estancia donde se encontraban, era el único lugar en Hueco Mundo donde había luz, un sitio desértico pero muy parecido al Mundio Humano.

Mensajes : 15 Fecha de inscripción : 11/11/2010

Mientras esperaba respuesta notaba ciertos gestos que mostraba la poderosa espada con la que mantenia un comienzo de lo que parecia ser una buena platica, almenos saldria de la rutina de solo esperar ordenes sin tener nada a cambio, cuando la espada volvio a hablar puse demasiada atencion en su respuesta, ya que eso podria o no terminar siendo algo bueno, un poco de movimiento no vendria mal, escuchando atentamente palabra por palabra mi expresion no cambio en lo mas minimo, seguia seria y tranquila pensando que hacer para evitar la misma rutina, pero al parecer a la segunda espada tampoco le parecia agradable lo que ella misma decia, el coencidir en lo mismo, sobre buscar algo que hacer, me sorprendio un poco, podria significar que mas espadas comenzaban a inquietarse, cerre mis ojos mientras comenzaba a pronunciar unas palabras No se que estara pensando Tousen-sama, trato de pensar que se aproxima algo grande Mis ojos se abrieron al sentir aun lado la presencia de la segunda espada, dirigi mi mirada hacia el lado donde se encontraba ella como señal a que le prestaba atencion, una vez escuchada su pregunta, mire el lugar y le respondi No es que me guste el lugar, pero aqui es el unico sitio donde se muestra algo diferente a la eterna noche de hueco mundo, ¿a ti te gusta este lugar?

Invitado

Al posicionarse al lado del espada bajo su mano y llevo ambos brazos bajos sus senos cruzándolos, mientras observaba aquel lugar soleado, esperando alguna palabra en contestación a lo que preguntaba, comenzaba a sentir inquietud, tanta calma, debería ser aprovechada para realizar algún tipo de movimiento por parte de aquellos que habitaban aquel mundo.

-Posiblemente planeen algo… O al menos eso espero…- El descanso y el recuperar energías, reorganizar las fuerzas eran necesarias para cualquier grupo, ya sean shinigamis o arrancar, y dependía del bando contrario aprovechar esos momentos de debilidad. ¿Qué tan grande era la debilidad de Hueco Mundo en ese momento?. Si existía debía de ser suprimida.

-No es de mi agrado…- Respondió a la pregunta.- Prefiero la noche y el frio…- Una respuesta un tanto irónica puesto que elemento que aquella espada manejaba era el fuego. –El fio y la calma que me da el desierto, la eterna noche que lo cubre y la luna que muchas veces parece tan lejana, se convierte en tu eterna acompañante… El sol, que es el sol en este lugar, una simple luz artificial…- Sus palabras eran serias al igual que su expresión.

-Ulquiorra san… Si desea algo distinto a la eterna noche que nos cubre, no seria mas fácil ir al mundo humano y sentir verdaderamente la luz y el calor del sol…- Unas palabras un tanto atrevidas, expresadas sin saber como reaccionaria aquel espada ante lo dicho, ir al mundo humano simplemente para matar el aburrimiento y salir de la monotonía.

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Los movimientos que hacia la compañera en la organizacion que tenia aun lado de mi, simbolizaban su falta de actividad fisica, parecia desesperada en cierta forma, todo mundo en las noches padecia esa desesperacion, el no hacer nada por mucho tiempo podria aburrir a cualquiera al punto de hacer lo que sea solo para desaburrirse, sin nada mas que obserbarla de reojo escuchaba lo que me decia atentamente a cada palabra que salia de su boca, mantener una conversacion con aquella espada comenzaba a tener interes en mi, poco a poco se notaba, al momento de escuchar su respuesta sobre la pregunta que le habia hecho del lugar hace unos momentos, solo me quedo escuchar atentamente a lo que decia, era la respuesta ejemplar que deveria dar un arrancar sobre el lugar al que preferiria estar, al terminar de escuchar lo que me dijo simplemente respondi En cierto modo tienes razon, pero...
Una propocision, las ultimas palabras que habian salido de los labios de aquella arrancar de gran poder, me hicieron pensar por fin salir de la rutina y estirar el cuerpo que tanto tiempo a estado inmovil y entumido cerrando los ojos y bajando el rostro un poco le respondi Te sigo
Dandole a entender que habia aceptado aquellas palabras que habia dicho en sus ultimos momentos de dialogo

Invitado

Había hablado de más, al mencionar una ida la mundo humano, y no podía echarse para atrás, no era así, de alguna manera había capturado la atención de Ulquiorra con sus palabras. Deseaba un poco de movimiento y quizás también diversión, aquella vida en Hueco Mundo sin nada que hacer se volvía monótona y aburrida, necesitaba un poco de algarabía, ir a mundo humano podría resultar interesante.

Por un momento unas palabras vacilantes fueron las que salieron de los labios de aquel espada, secundadas por otras, que afirmaban estar de acuerdo con ella y que seria bueno ir a estirar los músculos. La seriedad que aquella chica mostraba desapareció apareciendo en su lugar alegría como si le hubieran prometido un gran paseo.

-De acuerdo Ulquiorra san… Vayamos…- A las espaldas de la chica un portal garganta comenzó a abrirse, camino de espaldas 2 pasos y dio media vuelta, adentrándose en ella.

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Despues de haber aceptado firmemente las palabras que la segunda espada me habia dicho, espere a que diera los primeros pasos abriendo una garganta, de esa manera por fin podriamos salir de la monotomia que nos daba este lugar, el solor esperar a que algo pasara comenzaria a volver loco a mas de una espada, asi por esa razon habia decidido ir, mire un poco a la espada que se encontraba a mi lado, parecia igual o mas emocionada que yo, aunque un poco pensativa, sera que no lo queria hacer o que era tantas las ganas que no sabia donde aparecer, de cualquier forma, bien decidida abrio una granganta frente a nosotros, mientras ella comenzaba a caminar su decicion se hiso total al dirigirme unas palabras que no tarde en contestar
Hai..
Ambas espadas pasaron aquella avertura que se habia abierto gracias a las habilidades de la segunda espada, teniendo como destino, el mundo humano