Área de la Tercer Espada

Mensajes : 6 Fecha de inscripción : 11/12/2010

Poco después de haberme unido al Ejército de los Arrancar de Kaname Tösen, y probado mis fuerzas al enfrentarme en combate contra otros cientos de Arrancar's, me había ganado el grandioso título de Tercer Espada. Orgulloso de mi propio poder, acepté el cargo, siendo secundado por un sujeto llamado Ulquiorra Cifer, y luego mis dos compañeras, Black Rock y Black Gold, como la Quinta y Sexta Espada respectivamente.
El Líder nos había resguardado una habitación en su enorme palacio, llamado Las Noches, en algún recóndito lugar de Hueco Mundo... Estaba tirado sobre la cama de mi habitación, mi Zanpakutoh estaba apoyada a un lado, mientras observaba el techo con las manos bajo la cabeza... En silencio, esperaba el momento en que su Líder o alguno de sus Espada superiores le ordenara qué hacer...

Ya esperé demasiado, joder... Acaso el Líder tiene algo en mente? Ya desearía ir a asesinar a unos cuantos Shinigami... O a cualquier cosa que se meta en mi camino...

Me levanté, tomando mi Zanpakutoh, y comencé a jugar con ella, blandiéndola en el aire en silencio, imaginando como si cortara a un enemigo tras otro, con los ojos cerrados...

Mensajes : 7 Fecha de inscripción : 11/12/2010

Me encontraba aburrida como siempre en mi habitación, desde que nos unimos Black Rock, y White Stone al ejercito arrancar, no habíamos hecho mucho, pero había obtenido el puesto de sexta espada, el cual seria un honor para algunos, pero a mi me daba igual, lo único que sentía era, no espera... no sentía nada realmente, siempre era lo mismo, caminaba por las noches, y me aburría de igual forma, una que otra ves, iba a matar alguno que otro Hollow, solo por diversión, pero todo era lo mismo, pero ese día era un tanto distinto, como siempre, el cielo estaba oscuro, y todo era silencio, pero esta vez, lo diferente que había, era que no tenia ánimos para aburrirme, las habitaciones estaban seguidas, y White Stone estaba a unas cuantas de la mía, por lo que tenia pensado hacerle una pequeña visita, salí por la puerta, pero escuche unos ruidos, al parecer alguien estaba en su habitación, pera evitar problemas, volví a la mía, a decir verdad, aunque no hubiera nadie en las habitaciones, seria algo vergonzoso si salia como iba vestida, ya que solo tenia mi pijama, busque en una mochila mi ropa, de ahí saque mi ropa común, me la puse, y al llegar a la puerta me detuve en seco, tal vez seria mala idea salir por la puerta y entrar a la habitación de otra espada, por lo que me acerque a mi ventana, y la abrí, me subí a la ventana, y salí lentamente, mientras que caminaba por la parte de afuera, pasando por cada una de las ventanas de las habitaciones, con cuidado de que no me vieran, mis movimientos eran perfectos, que incluso unas ventanas que se encontraban con las cortinas abiertas, las pase escalando un poco la pared cuidadosamente, hasta que por fin, estaba frente a la ventana de White Stone, y para mi ventaja, estaba abierta, por lo que la empuje delicadamente, para abrirla, y ahí vi a White Stone jugando con su zampakutoh, era obvio que necesitaba emoción, pero verlo jugar de esa forma, hizo que soltara una leve risa.

Je... ¿Jugando con tu Zampakutoh?

Mencione mientras lo veía algo divertida, me causaba un poco de gracia que se pusiera como niño pequeño, con tan solo no poder matar algo, aunque debía admitir, yo estaba cerca de hacer lo mismo por tal aburrimiento.

Mensajes : 6 Fecha de inscripción : 11/12/2010

Ya estaba harto... Estaba a punto de levantarme e irme del lugar, cuando escuché unos ruidos que venían de fuera. Iba a levantarme para echar un vistazo, pero qué lata... Seguí jugueteando con mi Disturbio, hasta que una atractiva muchacha apareció en mi ventana... Cabello largo y negro, un cuerpo esbelto y vestida de negro, qué hombre se resistiría?... Me miró como siempre, con un semblante serio por un instante, hasta que se echó a reír frente a mi juego.

Cuando no hay nada qué destruir...

Me senté sobre la cama, para mirarla mejor. Me dirigí, caminando con las rodillas hacia la ventana, hasta estar frente a ella. La miré con una sonrisa y una mirada provocadora, mientras apoyaba los brazos sobre el marco de la ventana. Adoraba verla directo a los ojos, ambos teníamos el mismo tono de color, un profundo rojo que no le envidiaba nada a la tonalidad de la sangre... Si había algo que me gustara de ella, definitivamente era el color de sus ojos.

Qué raro verte por aquí, preciosa... Adivinaré, estas igual de aburrida que yo, nee?

Dejé salir una leve risa. Era difícil imaginarte otra razón para que viniese a verme. Aún así, su presencia no me molestaba, mucho menos en esos momentos, era ideal tenerla para pasar el rato...

Mensajes : 7 Fecha de inscripción : 11/12/2010

Sonreí de medio lado, al parecer le había atinado, estaba aburrida, pero eso no importo mucho, acerque mi rosto al de el, algo provocadora, pero me detuve a unos centímetros, aunque se podía sentir la respiración del otro, lo tome de la barbilla con una de mis manos, mientras reía algo "entretenida", al parecer me agradaba un poco el juego de provocarlo, pero mientras me entretenía con eso, escuche unos pasos pasar por el pasillo, de hecho, fueron varios, eso solo significaba algo, al parecer habría una reunión, o ellos tenían alguna misión, algo desesperada por algo de acción, le susurre un poco mas cerca a White, mientras que se podía casi sentir el rose de los labios.

Bueno, Sera mejor que vallamos a ver que pasa... White, cariño...

Después de decir eso, me pare en la ventana, y salí por la misma, hasta que llegue a mi habitación, y salí por la puerta de esta.

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