Primera Reunión

Mensajes : 5 Fecha de inscripción : 16/11/2010

Me encontraba en mis pensamientos, los pensamientos de que haría con los arrancars, ya casi estaban todos los espadas reunidos, faltaban pocos detalles y ya era hora de presentarme y tener nuetra primera reunión como grupo, presentarme ante ellos, algunos me conocían otros no, eso era lo que debía hacer presentarme y decirles cual era su objetivo, ya que muchos no sabían para que estaban en un lugar como este ni porque eran arrancars… Ese era mi deber, decirles para que existían ellos y porque los había seleccionado como los “Espada”. La hora de aclarar muchas cosas había llegado y debía comportarme como un líder, lo que siempre había sido un líder en busca de justicia, mi propia justicia. Tal vez lo mió no era la lucha, pero para conseguir lo que deseaba se necesitaba luchar, por eso es que me había renegado de la sociedad de alma en busca de una justicia propia sin destrucción.
Todo esto divagaba por mi mente, mientras caminaba a paso lento hacia el punto de encuentro, ya los arrancars estaban avisados, pero prefería estar minutos antes que ellos. Así ver sus reacciones ante la primera reunión que se organizaba, obviamente me iba a presentar después que todos los arrancars, por eso estaba ya todo preparado y yo estaba preparado incluso.
La mesa extensa estaba lista, junto con sillas para los que desearan sentarse en una de ellas, era un lugar bastante cerrado y oscuro, ahí se produciría la organizada reunión. Todo estaba planeado y listo para que los arrancars llegaran, yo aun no estaba en la sala. Pero podía escuchar lo que pasaba en la sala, si bien no había nadie aun, podía escuchar todo lo que pasara ahí.

Tema: Re: Primera Reunión Mar Dic 28, 2010 11:35 pm

Mi caminar era algo apresurado, tenia algo de intriga por conocer a quien había convocado una reunión de Espadas, y mas aun, conocer al resto, solo tenia en mi memoria a una Espada, BGS, ¿que habría sido de ella? Bueno, pronto lo averiguaría; de momento había llegado por fin al punto de reunión, me acomode un poco mi mascarilla y continúe mi andar para por fin estar en aquella reunión, los pasillos de aquel catillo me llevaron al fin a la Sala en que se nos esperaba, fue entonces cuando mis pasos se hicieron tranquilos, ya estando frente a las puertas de aquello las abrí con cuidado, no quería hacer mucho ruido, ya estando adentro las cerré tras de mi, al volverme note oscuridad en el lugar, mas sin embargo no estaba sola esa dicha sala, alguien mas se encontraba ahí, sin mas me encamine a la mesa y tome asiento no muy lejos de el principal; acomode mis manos sobre mis piernas y fije mi vista al frente de donde estaba, prácticamente viendo nada, solo oscuridad, decidí que guardaría silencio, eso claro se iría cuando se me pidiera.

Mensajes : 7 Fecha de inscripción : 11/12/2010

Por fin algo se movilizaba, caminaba tranquilamente por los pasillos, mientras que iba divagando en mi mente muchas imágenes del pasado, entre ellas aparecía una chica en particular, de la cual aun no recordaba el nombre, pero se me hacia demasiado familiar, tal vez era por ello que a Black Rock Shooter la trataba como a la otra chica, pero las preguntas que mas rondaban en mi mente eran "¿Donde se encontraba?" y "¿ Seguirá viva?", sacudí mi cabeza un poco y seguí caminando, llegue a un pasillo, el cual daba a una puerta grande, ahí era la reunión de seguro, camine con un paso acelerado, y al estar a unos metros de la puerta, baje un poco la velocidad, caminaba muy tranquila, aunque intentaba disimular un poco lo "desesperada" que estaba por acción, al llegar, abrí la puerta, y camine, estaba un poco oscuro, pero no me importo mucho, había un asiento no muy lejos de los primeros, y estaba una chica, me quede viéndola unos instantes, la reconocí de inmediato, Kitana, solo sonreí de medio lado, aun quedándome callada, me acerque a un asiento, pero en lugar de sentarme, solo me recargue en la mesa, viendo hacia la pared contraria a la chica, había mucho silencio, en realidad no me importaba mucho, pero, esta vez quería que terminara, cerré los ojos un poco, y suspire, mientras me quedaba en esa posición.

Mensajes : 15 Fecha de inscripción : 11/11/2010

Despues de aquel encuentro inesperado en el mundo humano, la segunda espada y yo corrimos por aquel camino hecho de reatsu en la inmesa oscuridad de aquella dimencion, al final nos encontramos en una sala cerca de la del trono al pasar por la garganta que se habia abierto en el lugar ya antes mencionado, la cruce dando un paso a la vez, me di cuenta que en aquella sala habia 3 presencias, una de ella era de tousen-sama asi que dandome un cuarto de vuelta me dirigi a la segunda espada
Vallamos a la sala del trono, paece que ocurre algo
Despues de dirigir aquellas palabras, movi mi cuerpo en direccion a aquella sala caminando con suma tranquilidad como la de siempre, al estar frente a la puerta la abri y mire a el lider sentado en su lugar, ademas de el se encontraban dos espadas mas a las cuales yi desconocia, sin mencionar nada y con la misma calma camine hacia mi lugar y me sente tranquilamente esperando que algo pasara

Tema: Re: Primera Reunión Dom Ene 02, 2011 6:42 pm

Que mala suerte, su visita al mundo humano había sido interrumpida por un mensaje de las noches, precisamente de aquel aburrido y monótono lugar… pero que se le iba a hacer después de todo, como espada era su obligación asistir y cumplir órdenes si no quería convertirse en parte de las masas amenazadas por la elite de hueco mundo, quizá fuera por esa misma razón que el octavo espada se había retirado de Karakura de manera tan pronta, aunque seguir con las ordenes tan rápido no iban con la imagen que el séptimo espada tenia del peli azul Grimjow. Con algo de monotonía y evidentemente ausente de motivación, su mano marco una floritura en el aire abriendo una garganta, que lo transportaría de regreso al mundo al que pertenecía pero que no le inspiraba nada de apego, o que en realidad le hacia lfalta algo para ser llamada “hogar”.

La visión que las noches le ofrecieron no le ayudaron anímicamente, peronoe speraba que lo hicieran. Bueno, al menos no había sido tan malo, ahora en sus bolsillos llevaba aquellos dos “tesoros”, hurtados a un nño humano, el trompo y el yoyo tendrían que bastanr para mantenerse un tiempo en aquel lgubre lugar y pasar los ratos de manera mas alegre. Cosa que al parecer, escaseaba en aquel sitio, tendría que encontrar alguna forma de onerle un poco mas de animo a aquel grupo denominado “espada>”; entendía asi que el era el carisma del grupo.. lastima, era muy simpatico, pero repartirlo para diez era untanto difícil. Asi que con esa difícil misión en su mente, se dirigió al sitio donde se suponía se reunirían todos los conformantes del grupo que llevaba marcado en su cuerpo uno de los digitos que los señalaban como los mas fuertes entre los arrancar.

-Yoooo chicos – saludo irrumpiendo en la silenciosa sala, marcando en su semblante aquella sonrisa suya que pocas veces desaparecía rompiendo un silencio y ambiente que parecía extremadamente serio… demasiado para su gusto. Aunque no podía esperar mucho, pues ahí estaba Ulquiorra, el cuarto espada estaba marcado como “el aguafiestas número dos”, pues el primer puesto lo tenía Jin, que aparentemente era igual de serio pero menos hablador que aquel espada de blanca tez. También estaban dos féminas a las cuales no conocía, pero que esperaba conocer, después de todo, siendo la parte “festiva” de la reunión podía ganarse algunos puntos si resultaba ser agradable. Y por ultimo aquel de tez mas oscura era evidente, no era un arrancar, y por ello tenía que ser uno de los comandantes al servicio del mismo amo de hueco mundo si es que los demás no habían puesto ya su cabeza en una lanza por el hecho de ser shinigami - ¡uf! Créanme… no es como si les cobraran por cada palabra que dijeran... ¿o es que no me he enterado de ese nuevo impuesto?- comento de buen humor atravesando la sala y quizá atrayendo las miradas hacia su persona, pero deseoso de cambiar aquel aire tan formal que había.

Aunque no esperaba mucho por parte de los presentes, suspiro al no escucha alguna risa y tomo asiento, aunque no tan silenciosamente como sus antecesores, pues el portador del número siete se sentó cómodamente y no tan recto como los demás, para momentos después, dar tal vez muy descaradamente, un bostezo que señalaba lo poco interesante que le parecía aquella reunión donde todos hablaban y conversaban igual que dos paredes.

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