La oficina de la capitana era grande lleno de repisas de madera en las paredes con libros, había tanto grandes como pequeños, una ventana atrás de su escritorio de madera oscura y una silla amplia y a simple vista parecía re confortable, la ventana tenía unas cortinas oscuras y al lado de la ventana y un listo atado a la pared para cuando se abrieran las ventanas de tela color vino, definitivamente no eras una habitación estilo japonés. Tenía una pequeña mini sala enfrente de mi escritorio con una mesa en medio pequeña y varios cuados y adornos extraños del mundo humano
En ese momento me encontraba recostada en mi sofá que estaba enfrente de escritorio, no traía una ropa común como la que utilizaban todos los shinigamis vestía ropajes del mundo humano, me parecía aburrido vestir con ese horrible uniforme negro, estaba dormida profundamente con la puerta cerrada para poder entrar deberías pasar por tu cuenta de otra forma no entrarías ya que tenía el sueño realmente pesado, y en esta ocasión había dejado la ventana abierta no me preocupada que entrara algún intruso en realidad, más bien la había dejado de esa manera ya que en día de hoy hacia una brisa realmente relajante, hacia que las cortinas se ondularan en el aire con tal gracia que era relajante
En un breve momento abrí lentamente los ojos, aun quería dormir aun mas no quería tener que encargarme ya de tanto papeleo aunque no tenía otra alternativa más que esa, me levante y rápidamente me estire alzando los brazos hacia arriba y soltando un leve bostezo, por lo visto no había nadie cerca, camine un par de pasos hasta mi escritorio y me senté en la silla volteando levemente a la ventana
–Así que ya es de día…esto está muy tranquilo-
Ya era momento de salir haber que estaba ocurriendo eso y quería pasear un rato, no estaba del todo bien que dejara mis obligaciones así como así pero solo era un breve descanso