El 11º Escuadrón era considerado el más potente de entre todos los del Gotei 13, ya que los miembros de éste poseían una elevada aptitud para el combate directo, además de que sus zampakutoh solían tener habilidades que apoyaban dicha aptitud. Entre todos los miembros del 11º Escuadrón, se encontraba el único Shinigami que había logrado ascender al puesto de Capitán de una de las 13 Divisiones sin conocer la liberación completa o Bankai e incluso sin haber sido capaz de comunicarse con su propia espada, éste era Kenpachi Zaraki, quien a pesar de su aparente tranquilidad en circunstancias normales cuando se trata de combatir contra oponente fuertes se convierte en todo un sádico que no se detiene hasta derrotar a su oponente.
El Capitán Zaraki se encontraba ahora sentado en la silla de su despacho, totalmente aburrido y con ansias de encontrar un buen contrincante que le ofreciera un combate de categoría. Algunos papeles y documentos oficiales se agolpaban formando pequeños montones que cubrían casi por completo la parte superior de la mesa, todo ello debido a que al Capitán del 11º Escuadrón no le importaban todos esos rollos de oficina, su única preocupación era seguir luchando por muchos años.
-Mierda, si continúo encerrado en este maldito sitio un segundo más voy a comenzar a destrozarlo todo. - decía para sí mismo - Estoy harto, me marcho.
Tras aquellas palabras, el Capitán tomó su espada, la ajustó a su cintura y se marchó de su despacho tras ponerse su haori de Capitán, tras lo cual también abandonó el Escuadrón.